lunes, 19 de junio de 2017

3 y 4 El viaje: la llegada y la primera cima: el Quilotoa

El sábado a las 7,15 h cogemos el autobús desde Calatayud a la T4 de Madrid. Todo en marcha. Facturar, embarcar, paciencia y largo viaje de 11 horas que se pasa con las pelis y las comidas del avión. Llegada a la hora, pero mucha paciencia en el control de pasaportes, la aduana y el alquiler del coche que teníamos hecho desde hace días pero que misteriosamente, se había cancelado. Total mas de 3 horas para salir con el coche del aeropuerto y al final de noche. Con las indicaciones vamos dando la vuelta a Quito para evitarlo y en dirección sur hacia la hostería la Llovizna del Chaupi. Carretera a veces tranquila y ancha y otras caótica y en mal estado. Finalmente y tras 23 horas desde habernos levantado en Calatayud, llegamos a nuestro lugar de descanso. Una sopa y a la cama. El domingo a madrugar a las 6 hora en la que amanece, a desayunar y buscar el primer objetivo; El cráter del Quilotoa.
 Imágenes de La Llovizna en el Chaupi
Tras dejar la autopista de la Panamericana (que recorre Ecuador de norte a sur) un largo viaje por malísimas carreteras secundarias y caminos en obras por los frecuentes corrimientos de las fuertes lluvias que no han cesado en los últimos 6 meses.
Por fin llegamos al Quilotoa. Lugar turístico al que se llega a la zona del cráter con el coche y que se puede descender hasta la laguna interior, por un empinado sendero. Muchos turistas descienden andando y ascienden en burro. El desnivel es corto, unos 250 m, pero empinado. Para primer día de jetlag es suficiente. Vamos tomando el pulso a este país, sus gentes y lugares.
Laguna interior del Quilotoa



Algunas vistas de esta fotogénica laguna 

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