HOKA ONE ONE WEST HIGHLAND WAY -30 de Abril-2016
“CAMPEONATO DE INGLATERRA Y ESCOCIA DE ULTRA-TRAIL”
Siguiendo mis andanzas de arrastrar el cuerpo por cerros y todo su entorno y aprovechando que nuestro hijo anda por esas tierras altas de Escocia, el destino nos ha llevado a la mismísima cuna del gran William Wallance.
Pa empezar, vuelecito de Zaragoza a Londres y otro hasta Edimburgo, que jaleos, gente pa todos laos, checkines, etc. Al fin después de 5 horas habíamos llegado al Campo Base, East Kilbraide (Glasgow) y recibidos con su chirimiri y a veces no tan chirimiri y algún copo de nieve que otro. A dormir que nos esperan 4 intensos días.
Jueves ruteo para conocer la súper-industrial Glasgow y primer acongoje con la nieve y el frío que nos acompañó todo el día. La ultima visita fue la de la fabrica donde trabaja nuestro hijo que con la visita y sus explicaciones hizo que nos cayera la baba “cosa de papis”. Yo atendía pero mi cabeza estaba en ¿como estará el tiempo el sábado? Cena en familia y a recuperar.
El viernes tocaba soltar piernas en Edimburgo, que voy a contar de ella, toda en si es una joya con su castillo al frente. Sobre las 5 p.m. había que salir zumbando hacia Milganive para recoger el dorsal ya que no pudimos hacerlo en el majestoso museo de Kelvingrove de Glasgow. Ala a espabilar que son las 11 p.m. y todavía cenando a la española.
Sábado, 3.30 a.m., con un nudo en la garganta (no se sabe si por la cena o los nervios) “toda la noche sin dormir”). el GONG del reloj, breakfast y a cochear durante casi una hora.
5.15 a.m. llegamos a mi terreno El apeadero de trenes de Milganive (salida), mono, pequeño pero acogedor. ¡Toma mogollón! 900 tíos y tías sin contar familiares ni los de la prueba de relevos; masajes, calentamiento y el largo etc que conlleva la parafernalia pre-salida.
6 a.m. DIN-DIN-DIN campanadas de salida a toque de gaita escocesa y a correr (de momento) luego el terreno te pondrá en tu lugar.
Montones de ilusión por recorrer el paisaje de las highlands y lo mejor, el tiempo aunque frió, no lluvia . Por delante 52 miles ú 85 kms. La peña charlaba y saludaba a amigos, yo sonreía y dedo arriba y abajo con algún zapatazo en ingles barato.
De momento orografía fácil, junto a un río y tiempo relajado para echar algún retratillo de la peña camino del primer control Drymen ( km. 20) hasta allí, con la compañía de un Canario que pienso éramos los dos únicos españoles. Que si paro que sino, que el canario vuela con su liebre, un fornido Escocés que fue el 22 en la prueba africana de SABLES. A la pata coja iba con nosotros.
Subida no muy dura que nos llevaba a rodear la colina de Balmaha donde estaba la primera bolsa de vituallas que previamente habíamos entregado (a pesar de pagar 53 libras solo te dan agua en los avituallamientos). Con la tripica llena se disfruta mejor del paisaje y las vistas del protagonista del día “el gran LOCH LOMOND” eran maravillosas
Ahí marchábamos en fila por senderos de fina piedra que al final hacían mella en los pies y escoltados por el lago a la izquierda y las montañas nevadas a la derecha del parque natural de las TROSSACH, camino de Rowardennan (mas o menos la maratón) toilets públicos en medio de la nada y algún peregrino y animador que otro. Aunque quizás la cercanía del rincón mas bonito, Inversnaid, estaba cerca, la cabeza ya se ponía un poco cabezona por la milla 29, pero había que convencerla para que a su vez hiciera lo mismo con las piernas y así llegar a meta.
¡Ala! que va a llover, por lo menos iba a usar algo del super-mochilón con ropa que me había preparado pensando en mi quizás retirada por los problemas del pie que acarreaba. Cuatro gotas bailando pero 5 minutos perdidos, en estas ultras lo de menos es el crono ya que entre fotos (malas las que yo hago) y otros pitos, pues eso.
Paso por la pedregosa playa de Inversnaid aplauso al español con bandera, cacho plátano, almendras y palante (Km. 55 Km.). Llegaba el terreno mas técnico siempre junto al lago y con algún pequeño precipicio y la presión de los que venían por detrás (siempre salgo aventaó y luego me pasa toquiski.
Beinglas (Km. 65), final del lago .La peña que me rodeaba, un alemán al que andando, casi no podía seguirlo troteando, un japonés con altibajos tremendos y Bili el niño al que solo le faltaba el caballo entre las piernas por la forma de andar, entre sonrisas y ala, ala, cada uno en su lengua la meta se acercaba.
¡Cataplas!, la rodilla que se negaba a seguir. Tocaba infantería total y olvidarse de trotear, cambio de paisaje remontando las orillas del rió Falloch la subida a la colina de Crianlarich, entre la que estaba el autentico terreno de fango que yo me imaginaba durante todo el camino (La vaca Poo). En la lejanía sonido de megafonía y gaitas desde lo alto del monte, anunciaban el final de la pesadilla rodillera, 5 Km. a meta, hay que echar el resto, cogí la rueda de una abuela de mas de 60 y otro corredor, con ellos conseguí llegar a la alfombra roja que en 6.50 h y 7,50 h había proclamado a los vencedores en Campeones de Inglaterra y Escocia 2016 Connie Capbell y Bet Pascal. Yo con el super-empujón de toda mi familia y del bullicioso publico paraba el crono en 12.47 h. ¿tampoco hay tanta diferencia no? (subcampeón de España en la carrera ya que solo estábamos el canario y yo, je, je, je), 417 de los 626 que finalizamos esta WEST HIGHLAND WAY.
Experiencia diferente fuera de casa con paisajes guapos pero que al final se hacían un poco monótonos, no mucho desnivel positivo 2000 metros y compartiendo camino con esa dura gente para la cual un día de lluvia es una bendición.
Después de la camiseta y medallas conmemorativas, ducha de agua fría, sopita caliente (preparada dicen por la madre del organizador) y mi despojos llevados por mi familia volvieron al campamento base.
Domingo para salir de la UCI en el campamento base.
Lunes 3.30 a.m. Nuevo GONG del reloj, aeropuerto y vuelta pa España que ya vale de alparcear por Escocia.
Ahí va un revoltijo de fotos. Espero que algún SOÑADOR DE MONTAÑAS halla llegado hasta el final de este extenso relato y disculpéis si se ha hecho pesado.
Gracias por vuestra paciencia.
Hasta pronto amigos “Quizás la subida al monte Ocejón de los pueblos negros de Guadalajara”
Un saludo y a SEGUIR SOÑANDO CON MONTAÑAS.
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