Bueno que de lo que va el tema, como ya imaginarais, es de una nueva globerada mía esta vez en la localidad de Remolinos, cuna de la sal en Aragón y por donde dicen ya pasó el mismo Aníbal y las legiones Romanas.
Como siempre toque del reloj a las 7.30, desayunico y salida desde Zaragoza, esta vez el madrugón fue un poco mas suave y la distancia de la prueba también 15,5 Km. Con 450 m. + todo por pistas.
Como con la prueba ya estoy viciaó (por lo de pillar trofeo) de varios años, lo primero es echar un vistazo a ver las caras conocidas, y ver por donde salimos en el envite. Ahí teníamos al Hebert que casi siempre me machaca (salvo en Añón), la gente del Transmendoza y los del grupo 7-45 que van siempre como tiros. La mañana no se presentaba muy positiva y para acompañar el sol nos iba a poner morenitos pero había que jugar las cartas “para eso habíamos venido no”
A las 10 en punto y con 120 corredores en línea de salida para las dos distancias, sonaba el cuete de salida, fuera nervios a comenzar el tajo y a pito sacao enfilábamos las calles del pueblo dirección a la Mina del Balcón y Mari Carmen. Al primer kilómetro subidón tipo Castillo “un poquico mas suave” y cada uno cogíamos nuestro sitio, el Hebert que ya se me iba y no podía hacer nada,, del resto de mis rivales andaba un poco perdido pero me había planteado como buen conocedor del terreno de dosificar bien las fuerzas. Primera pechuga superada y a buen ritmo transitábamos por los desolados montes de yeso de Remolinos (tipo Valdehurón), kilómetro 4 y descendíamos para hacer un primer paso por la línea de meta con un publico muy entregado y que se vuelcan en su carrera. Sonrisa superpuesta al paso, aunque por dentro iba la procesión y enfilábamos hacia las balsas salineras dirección Tauste. En el kilómetro 8 se acabó el llano y otra superpechada nos aguardaba. Apareció un Transmendoza que hacia peligrar mi subida al podio, en la subida se descolgaba pero volvía a recuperar en las bajadas. Pasamos del final de la pechuga de cuesta a un zona de sube-baja de barrancos, había que echar el resto y así lo hice, conseguí adelantar a varios que iban peor que yo e incluso a uno de los cracks del Imserso (hombre del mazo) y con el chute de uno de esos geles prodigiosos y cuatro tragos de agua, como una moto a enfilar la bajada final hacia meta y volver a echar el resto para no perder el terreno ganado. Después de una hora y 19 minutos conseguía pasar bajo el arco con la consiguiente sofoquina de la mañana pero con satisfacción del deber cumplido.
Aguica, fruta y ducha para recuperar y a ver si había sonado la flauta y volvíamos a subir al cajón. Los papeles decían que en categoría veteranos Imserso total, un tal Pérez del 7-45 era el primero, el Hebert 2º y José Luis Esteban del CM. Ayud el tercero. Que alegría otra vez cajón, estuve a punto de llamar al trabajo y decirles que no me esperaran a las 2 pero ya sabéis las mujeres te bajan del burro y te ponen en el sitio así que a bajar de las nubes dejar de soñar y con el forito carretera de la Ribera del Jalón y pa Calatayud.
Buen rollo el de la gente de Remolinos que preparan su prueba con mimo y de la cual salimos con el kilo de sal y una camiseta con un diseño súper guapo cada año. El tener a un Toño Muro y José Antonio Romero (dos súper cracks de la alpargata) entre sus vecinos, ha hecho escuela y prueba de ello es el gran numero de runners que tiene la localidad a pesar de su escasa población.
Hasta mi nueva película que con vuestro permiso os seguiré contando en fechas próximas. Gracias por aguantarme de nuevo y un saludo para todos los soñadores de montañas,
Jose Luis Esteban
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