domingo, 14 de junio de 2015

CRESTAS DEL INFIERNO

La verdad es que el nombre de la prueba y los informes recibidos de ella, daban un poco de cosilla, “ eso de andar por los territorios del diablo”, ya sabéis...

Como el amigo Charly me había comentado que quería estrenarse en alguna de este tipo, lo puse en canción y cuando se lanzó para hacer la inscripción, catacump de morros con que la locura de correr por montaña, había llegado a cubrir todas las plazas antes del cierre de la misma, así que Charly tendrá que esperar a la próxima.  Aunque Charly no pudo estar allí, al pasar por un pequeño nevero me acordé de él, seguro que lo habría saltado en un plis plas, pero yo lo hice con mas miedo que siete abuelas.

Comenzó la excursión con mi mujer con el consiguiente trompetazo del reloj en Zaragoza a las 5 de la mañana, desayuno rapidito, recogida de bártulos y a buscar el coche que no sabia donde lo había dejado la noche anterior (que desastre lo de aparcar en Zaragoza).  Chino-chano carretera Huesca, Monrepos, Sabiñanigo, Biescas y con tres kilómetros  mas,  estábamos en Gavin. Majíco pueblo que ya casi no recordaba de la excursión de  paso en mi juventud con la bicicleta y alforjas dirección a Ordesa.
 No muy sobraos de tiempo allí estábamos frente a frente a las Crestas del Infierno y con casi 180 diablos que tratarían de darme con sus tridentes. Al primero que vi, fue a un incombustible Apilluelo, calentando con bastones, prado arriba, prado abajo. Buf, dije, pues si Api va con bastones la cosa no tiene desperdicio. Más tarde enseguida reconocí algún colega de troteadas y al mismísimo Morenito (que no Keniata) de Añón. Hoy no tuvo un buen día y sino es por las longanizas que le dieron los voluntarios no habría llegado a meta, según me contó

Pistoletazo de salida, vuelta al pueblo y a restar de los casi 2000 metros positivos del recorrido.  Enseguida comenzamos a coger altura por una senda despejada y que nos dejaba una s maravillosas vistas del valle de Tena. Acabada la senda y sin dejar de hincar bien los bastones para hacer mas llevadero el desnivel, aparecíamos en un prado de cuento de Heidi.  De mi posición en carrera, había dejado como siempre que los de cabeza se confiaran para atacarles en el momento oportuno y andaba por un grupito de arrastradores de cuerpo (como picaba parriba). El prado se acababa y alternaba zona arbórea que nos llevaban por las Crestas del Puñero donde se dividían ruta corta y larga.. Los más masocas o con menos sentido común, teníamos que seguir subiendo hasta coronar Sarasè  (2000 m), mereció la pena, las vistas majestuosas Monte Perdido, Guara y aunque yo no me aclaraba, algunos decían que lo del fondo era el Midi D’Ossau.  Respiré a fondo y cargue las pilas de montañas y nieve y pa bajo. Tela con la bajadita, ni camino ni na de na, menos mal que llevaba mis bastones que si no hubiera sido por ellos seguro que había terminado en el fondo de algún barranco, como la chica que iba delante de mi que las alegrías de la bajada, le hicieron terminar con el codo roto.  Pasado el susto seguía camino hacia abajo y tras 12 Km. de marcha  pasé al pie de Saboco (donde el nevero) con el pensamiento puesto en que la peor porte positiva había pasado. Con los ánimos que me daban  los voluntarios, andaba pretorio  y arriesgaba en las bajadas más de la cuenta, senderos muy bonitos aunque las piernas iban en tensión total. En cuanto mis planes de coger la cabeza se habían desbaratado de nuevo, cuando pregunté si la cabeza me llevaba más o menos 2 minutos, la respuesta fue 3 pero con una sonrisa de oreja a oreja. Una vez dejado el valle de Loba y el final del circo del Barranco del Infierno, la cosa parecía hecha, pero si, si los últimos 5 Km. tenían su miga con algún repecho que te levantaba el pecho y te volvía a hacer caminar . De mi compañía en carrera, la verdad es que anduve bastante solo salvo los momentos que  coincidí con la tercera fémina, un francés con gorra de pastor de alta montaña, un marroquí afincado en las Cinco Villas y los jóvenes que me pasaban en las bajadas como motos.  Después de 4 horas 36 minutos y con la compañía de un valenciano con los gemelos bastante destrozados, conseguí entrar en meta mas entero de lo que yo esperaba (será porque se quedaron en 28 los Km.) en fin,  que la súper sartén de migas y las cañitas de turno nos hicieron recuperar fuerzas y dar paso al comentario de las globeradas de la mañana  con los amigos.  Muy buena organización por parte de los chicos de la Asociación San Bartolomé que se lo curraron a base de bien.
En resumidas cuentas,  una carrera dureta, preciosa y a la que hay que tener un respeto, porque el diablo siempre es el diablo y en cualquier momento te pasa por la caldera del infierno.

Gracias a toda la gente del club por aguantar mis tochos narrativos de globeradas de domingo. 

Hasta la próxima.


Jose Luis Esteban Laguna






1 comentario:

  1. Bueno bueno Jose Luis, como siempre sorprendiendonos con el mas difícil todavía. Gracias por tus comentarios y por la nueva sección del club. Charly seguro que te acompaña en la próxima y hacéis equipo. Un abrazo Enrique Recio

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